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Cómo hacer un bizcocho esponjoso

Hay recuerdos que, por más que pasen los años, están grabados en lo más hondo de nuestra memoria. Uno de ellos viene acompañado, además, de un aroma inconfundible: el del bizcocho casero que nos hacían nuestras abuelas cuando íbamos de visita. Ese olor a cítrico por toda la casa es algo que, incluso con el paso del tiempo, sigue llenándonos de ternura.

Hoy, intentamos hacer nuestros bizcochos con ese mismo mimo. Pero por experiencia sabemos que, después de dedicarle tiempo a su elaboración, el resultado no siempre es el esperado. Si el bizcocho no sube lo suficiente y se queda apelmazado, ¿qué ha podido salir mal?.

Hoy aprovechamos el blog para daros unos pequeños trucos que deberéis tener presentes si queréis sorprender con el bizcocho perfecto.

– El orden a la hora de cocinar es siempre una virtud. Antes de empezar a hacer la masa, es importante tener todo ya pesado.

– Usad siempre los ingredientes a temperatura ambiente. Si están recién sacados de la nevera, la levadura no será efectiva. El bizcocho necesitará más tiempo para calentarse y, como resultado, nos saldrá un bizcocho apelmazado y crudo.

– ¿Sabíais que en repostería a las recetas se les llaman también “fórmulas”? Hay poco margen a la improvisación, por lo que para que el bizcocho salga perfecto, hay que ser fieles a las cantidades.

– Aunque hoy en día hay harinas especiales para bizcochos y repostería, nosotras somos fieles a la harina de fuerza de toda la vida. Algunas vienen incluso con la levadura ya mezclada, con lo que es imposible saber con exactitud la cantidad de impulsor que llevará tu receta. Lo mejor, usarlas por separado 😉

– Siempre precalentar el horno. Lo mejor, encenderlo en el momento en el que empecemos a mezclar los ingredientes, para que cuando metamos el molde con la masa ya esté a la temperatura adecuada.

¡Y lo más importante! Nunca abras el horno durante, por lo menos, los ⅔ partes del tiempo de cocción que te recomiende la receta. Es decir, si el horneado tiene que ser de 45 minutos, mantén el horno cerrado durante la primera media hora. De esta forma te aseguras que la levadura actúe por completo y el bizcocho suba 😉